jueves, 7 de agosto de 2014

Guadal


Repechando en los guadales
sube el camino, zambita de dos ramales
virutaivino.
La virutaivino, zamba de Gerardo Núñez (letra) y Miguel Angel Pérez


Del árabe clásico wadi, participio del verbo wada, que significa fluir, correr (el agua) y también vaguada, madrejón, rambla, barranco; nos viene, previo paso por el dialecto andalusí, la palabra guadal. Para los ríos permanentes tenían otra palabra; siendo ellos de zonas áridas y desiertas, esta aludía a los cauces por donde las aguas fluyen ocasionalmente, cuando llueve.
Ya en España la familia guadal se agrandó y vemos sus descendientes en ríos de año completo: Guadalquivir, Guadarrama (de las arenas), Guadalajara (de las piedras), Guadiana, Guadix, Guadalupe y Guadalcanal (que viajó hasta el Pacífico.)


En un clásico de la literatura argentina, Una excursión a los indios ranqueles, de 1870, Lucio V. Mansilla hablaba así del tema:
Cap. 4
Idea a que no nos resignamos. La partida. Lenguaje de los paisanos.
Qué es una rastrillada. El público sabe muchas mentiras e ignora otras verdades. Qué es un guadal. El caballo y la mula. Una despedida militar. La Laguna Alegre.

En plena Pampa, no hay más caminos. Apartarse de ellos un palmo, salirse de la senda, es muchas veces un peligro real; porque no es difícil que ahí mismo, al lado de la rastrillada, haya un guadal en el que se entierren caballo y jinete enteros.
Guadal se llama un terreno blando y movedizo que no habiendo sido pisado con frecuencia, no ha podido solidificarse.
Es una palabra que no está en el diccionario de la lengua castellana, aunque la hemos tomado de nuestros antepasados, que viene del árabe y significa agua o río.
La Pampa está llena de estos obstáculos.
¡Cuántas veces en una operación militar, yendo en persecución de los indios, una columna entera no ha desaparecido en medio del ímpetu de la carrera!
¡Cuántas veces un trecho de pocas varas ha sido causa de que jefes muy intrépidos se viesen burlados por el enemigo, en esas Pampas sin fin!
¡Cuántas veces los mismos indios no han perecido bajo el filo del sable de nuestros valientes soldados fronterizos por haber caído en un guadal!
Las Pampas son tan vastas, que los hombres más conocedores de los campos se pierden a veces en ellas.

El caballo de los indios es una especialidad en las Pampas.
Corre por los campos guadalosos, cayendo y levantando, y resiste a esa fatiga hercúlea asombrosamente, como que está educado al efecto y acostumbrado a ello.
El guadal suele ser húmedo y suele ser seco, pantanoso y pegajoso, o simplemente arenoso.
Es necesario que el ojo esté sumamente acostumbrado para conocer el terreno guadaloso. Unas veces el pasto, otras veces el color de la tierra son indicios seguros. Las más el guadal es una emboscada para indios y cristianos.
Los caballos que entran en él, cuando no están acostumbrados, pugnan un instante por salir, y el esfuerzo que hacen es tan grande, que en los días más fríos no tardan en cubrirse de sudor y en caer postrados, sin que haya espuela ni rebenque que los haga levantar. Y llegan a acobardarse tanto, que a veces no hay poder que los haga dar un paso adelante cuando pisan el borde movedizo de la tierra. Y eso que es de todos los cuadrúpedos destinados al servicio del hombre el más valiente.
Picado con las espuelas parte como el rayo y salva el mayor precipicio.
¡Cuán diferente de la mula!
Jamás pierde ella su sangre fría.


 
En las fotos guadales de la Pampa (en bicicleta), de Rally Dakar y del Chubut (Pedro Sancha, en 1948, el viento es tan fuerte que la polvareda viaja adelante del auto. Del blog "Corredores del viento")



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