martes, 26 de marzo de 2013

Condimentando canciones - 2

Más parodias

 
Continuamos con esas pequeñas modificaciónes que intentan (y a veces logran) cambiar totalmente el sentido de una canción y dar lugar a situaciones divertidas.

Zamba de mi pago (Hermanos Ábalos)
Un violín gemidor
junto a un bombo legüero
y un viejo arpero
nostalgias me traen de ‘ande soy


Que los propios Ábalos cantaban, “a veces, para divertirnos”, de esta manera:
y un viejo al pedo

Marcha de San Lorenzo (Cayetano A. Silva y Javier Benielli)
Febo asoma; ya sus rayos  
iluminan el histórico convento;
tras los muros, sordo ruido,
oír se deja de corceles y de acero.


Cabral, soldado heroico
cubriéndose de gloria,
cual precio a la victoria,
su vida rinde, haciéndose inmortal;


Las partes en azul solíamos cantarlas, reemplazándolas por las que siguen:
las pelotas … de Mahoma son de goma
erótico

Penélope (Juan Manuel Serrat)
Penélope
con su bolso de piel marrón
y sus zapatos de tacón
y su vestido de domingo.

Parodiada por Diego Capusotto, como un pedido a un DT de fútbol para que ponga a un jugador:
Poné a Lopéz
está en el banco desde hace un més


Para finalizar, una zamba emblemática del folklore argentino que tuvo un largo litigio legal por su autoría. En principio se la atribuyó el santiagueño Andrés Chazarreta, pero resultó que la había “recopilado” en unos viajes por Salta, donde era conocido su autor: Artidorio Cresseri.

López Pereyra
Yo quisiera olvidarte
me es imposible mi bien, mi bien.
Tu imagen me persigue
tuya es mi vida, mi amor también.

Y cuando pensativo
yo solo estoy
deliro por la falsía
con que ha pagado tu amor mi amor.
….

Unos amigos salteños la cantan con esta otra letra:

López Pereyra
Esta zamba fue robada
por don Andrés Chazarreta
al viejo don Artidorio
que ya lo tragó la tierra.

Y es bueno que ustedes sepan
que aquel ladrón
se ha llenado el buche de oro
cobrando los derechos de autor.

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jueves, 21 de marzo de 2013

K, el protagonista de El castillo

Kafka y el Derecho Romano
  

En una conferencia de 2006 Davide Stimilli postuló una hipótesis, más que interesante, con relación al nombre K. que tienen los dos protagonistas de las novelas de Kafka El proceso y El castillo. Según Stimilli, en ambos casos, los nombres estarían relacionados con instituciones del derecho romano, cosa bastante posible si se recuerda que Kafka se doctoró en derecho en 1906 y que escribió mucha obra relativa al tema.
Giorgio Agamben, tomando como base a Stimilli escribió dos ensayos, uno referido al protagonista de El proceso y el otro al de El castillo. Lo que sigue son fragmentos extractados del último:

Agrimensor
1.
En la medida en que tenía que ver con la constitución de las fronteras o los límites, el agrimensor tenía una importancia particular en Roma. … En efecto, la frontera en Roma tenía a tal punto un carácter sagrado, que la persona que borraba las fronteras (terminum exarare) devenía sacer y podía ser asesinada impunemente por cualquiera.

2.
El instrumento del agrimensor romano era la groma, una especie de cruz, cuyo centro se colocaba en correspondencia  con un punto del suelo (llamado umbilicum solis) y de cuyas extremidades colgaban cuatro hilos con sus plomadas. …
Las dos líneas fundamentales, que se cruzaban en ángulo recto, eran el kardo, trazado de Norte a Sur y el decumanus, que corría de Este a Oeste. Estas dos líneas se correspondían, en la fundación del castrum (“lugar fortificado” o “castillo” –castellum es el diminutivo de castrum–, pero también “campamento militar”).
Para los romanos, el carácter originariamente celeste de esta constitutio limitun (constitución del límite) fundamental estaba fuera de duda.

3.
En 1848 tres eminentes filólogos e historiadores del derecho…publicaron en Berlín la primera edición moderna del corpus de los agrimensores romanos… …incluía un amplio apéndice que reproducía las ilustraciones de los manuscritos. Entre estas ilustraciones, es particularmente sorprendente la imagen de un castrum, reproducida en no menos de veintinueve variantes, porque recuerda la descripción del castillo que se le aparece a K en el primer capítulo de la novela: “No era ni una casa noble medieval ni un edificio lujoso nuevo, sino una extensa construcción, compuesta por algunos edificios de dos plantas y varias casas bajas juntas, una contra la otra. Quien no hubiera sabido que era un castillo habría podido confundirlo con una pequeña ciudad”. En las ilustraciones aparece varias veces la torre redonda con pequeñas ventanas que a K le recuerda al campanario de su pueblo.

4.
Intentemos tomar en serio la profesión del protagonista de El castillo. En la lengua de los agrimensores, K significa kardo… Aquello de lo que K se ocupa, la profesión que con un aire de provocación les declara a los funcionarios del castillo y que ellos reciben como una especie de desafío es, pues, la “constitución de los límites”. El conflicto –si se trata, como parece, de un conflicto– no consiste tanto, según la imprudente sugerencia de Brod, en la posibilidad de establecerse en el pueblo y ser aceptado en el castillo, sino en el establecimiento (o la transgresión) de las fronteras. …

5.
El 16 de enero de 1922, durante la redacción de El castillo, Kafka anota en su diario algunos comentarios sobre el límite.

6.
El carácter en todo sentido “decisivo” de esta anotación no se les ha escapado a los estudiosos. … Pero esta anotación se vuelve aún más decisiva si se la refiere a la novela que Kafka está escribiendo y a su protagonista, el agrimensor K. (kardo, “aquel que se dirige hacia el cardinal del cielo”). La elección de la profesión (que el propio K. se asigna, nadie lo ha contratado para este trabajo del que, como el alcalde le hace notar, no tienen ninguna necesidad en el pueblo) es, entonces una declaración de guerra y una estrategia. … la vida del pueblo está determinada por las fronteras que lo separan del castillo y, a la vez, lo mantienen unido a él, son ante todo esos límites los que la llegada del agrimensor viene a poner en cuestión. El “asalto al último límite” es un asalto contra los límites que separan el castillo (lo alto) del pueblo (lo bajo).
7.

Qué serían lo alto y lo bajo, lo divino y lo humano, lo puro y lo impuro una vez que la entrada (es decir, el sistema de las leyes, escritas y no escritas, que regulan sus relaciones) haya sido neutralizada, qué sería finalmente de aquel "mundo de la verdad" al que le dedica sus investigaciones el protagonista canino del relato que Kafka escribe cuando interrumpe definitivamente la redacción de la novela: esto es lo que el agrimensor apenas podrá entrever.

Agamben, Giorgio (2011): Desnudez, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, pp. 46-54.
 

La infografía del encabezamiento la tomé de:
http://www.quellegamos.com/3d-infografias/calzada-romana/
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domingo, 17 de marzo de 2013

Condimentando canciones -1-

Parodias amorosas, irónicas, venenosas

Una pequeña modificación de unos versos -a veces de una sola palabra- puede cambiar totalmente el sentido de una canción y dar lugar a situaciones desopilantes.
¿Quién no ha cantado, en sus años de estudiante, alguna canción patriótica cambiando alguna frase por otra que hiciera reír a sus compañeros o provocara algún tumulto en los actos escolares?
La parodia, junto con su imitación burlesca lleva una profunda admiración y tiene una indudable relación amorosa con el original. Acá van algunas, especialmente seleccionadas para ustedes:


Serenata para la tierra de uno (María Elena Walsh)
Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Para sembrarte de guitarra,
para cuidarte en cada flor
y odiar a los que te castigan, mi amor,

yo quiero vivir en vos.


Un amigo la canta remplazando el último verso de la siguiente manera:
yo quiero vivir en Bos…ton.


El día que me quieras (Carlos Gardel y Alfredo Le Pera
El día que me quieras
la rosa que engalana
se vestirá de fiesta
con su mejor color.


las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso

hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá...¡que eres mi consuelo..!


La he escuchado con esta modificación en los últimos versos:
arácnido en tu pelo,
luciérnaga furiosa

Para finalizar esta entrada, un recuerdo escolar en esta Marcha con el general más famoso de toda la historia Argentina, (con disculpas por la irreverencia).

A mi bandera (Imbroisi y Chassaing)
Aquí está la bandera idolatrada,
la enseña que Belgrano nos legó.
Cuando triste la Patria esclavizada
con valor sus vínculos rompió.

Aquí está la bandera esplendorosa


Aprovechando el calderón de la melodía, el verso se cantaba con énfasis:
Con valor, Susvín…culos rompió.

Las ilustraciones son:
M. Elena Walsh por el mexicano Eduardo Soto.
Gardel y la rubias de New York por la mendocina Susana Delgado.
"Patinazo", humor militar por Argüelles.

jueves, 14 de marzo de 2013

¡abajO la leptura! - Humor


seniorA, senioR, en fin: todoS y todaS:
¡Alege a sus hijos de la leptura!
El titulo de mi conferencia puede parecerles medio raro a primera vista, pero es mejor mantenerlos analfabetos durante toda la vida que introdusirlos en el visio y en el halcolismo mazatrós.
El analfabetismo es demasiado inportante i de gran difución en muchos paise, hasta aqueyos mui atrasados, como para que sea nesesario desconfiar de sus beneficios.

Si no fuera peligrosa la literatura, ¿me puede decir uste porque esta yeno de escritores entregados al halcol i otros visios i cullos trájicos finales son lejendarios?
Esta jente, amigos, no es de confiar ni siquiera para venderle faturas al fiado, meno simajinarán para entregarles el futuro de nuestros hijos.
La lista es larga: tenE si uiliaN, yoseF roT, ruveN daríO, juan carlos onetI, uiliaN folneR, ge miN gueI, virjiniA guoL y no sigo para no estufarlos.

Si logran ustedes alejarlos de esos malos egenplos y de la leptura los alludarán a mantenerse analfabetos durante toda su vida y los librarán del mas terrivle flajelo que a sufrido la uhmanidá.
Para re afirmar lo senialado les agrego una lista de personages literarios que le dan al escabio de manera (nada) egemplar. No me quiero meter con los autores porque, al fin y al cabo, cada uno es duenio de hacer lo que desea, pero después que no bengan a decir que los libros nos senialan el camino recto.

Los ingleses son de lo peor en este sentido:
falstaS, el de enrike 1/4 de chespiR, toma vino (i morfa) sin control
alfrE dulitlE de pimalion vive en pedo i ensima eso le da suerte.
martA, la esposa en quien le teme a virjiniA guoL se toma hasta el pulso.
el protagonista de una soledá demasiado ruidosa chupa cerveza que da gusto.
marY, la de largo viaje de un día hacia la nochE le da a la morfina i al chupi sin asco.
El teniente trotA de la marcha radeski se entrega a la bevida sin limites.
El detetive filiP MarloU es de lo peor, se enborracha en las novelas propias (el largo adióS) y en las agenas (triste, solitario i  finaL).
Frente a todos esos malos egenplos, el detetive belascogaiN de las policiales de pacO taibO podrá parecer medio boludo por que toma cocacola pero almenos no se ponen pedo en púvlico.

Ustedes decidirán lo que hacer. Yo les e dado las herramientas para que piensen con su propia cesera i no se degen arrastrar por esas canpanias de promosion de la leptura, del visio en realidá. Muchas grasias por su amavle audiensia.

 
Fernando Terreno (tratando infructuosamente de acercarme al inimitable estilo de Carlos Warnes (1905-1984) que; con el seudónimo de César Bruto, Napoleón Verdadero, y otros; nos dejó páginas memorables de humor). Si pueden, echen una ojeada al Medisinal Brutoski Ilustrado, con dibujos de Oski, y después me dicen.
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lunes, 11 de marzo de 2013

Clases de literatura por $2 - Cartas y escritos en las novelas - 2a parte

...viene de la entrada anterior.

Estas páginas fueron encontradas en una farmacia de Almendralejo en 1939 y desde entonces las he ido ordenando ya que el manuscrito era poco menos que ilegible. Esto dice Camilo José Cela en la nota con que empieza  La familia de Pascual Duarte y a renglón seguido: La obra que hoy presento al curioso lector no me pertenece sino la transcripción; no he corregido ni agregado una tilde… He preferido en algunos pasajes demasiado crudos de la obra, usar la tijera y cortar por lo sano…
El pobre Pascual envía el original, escrito en la cárcel, a Joaquín Barrera, amigo personal de Jesús González de la Riva, a quien el propio Pascual mandó a mejor vida por lo que fue condenado a prisión. La carta más el manuscrito se los entregó el reo al guardia del presidio Cesáreo Martín y ni Cristo ni el autor han podido enterarse cómo diablos fueron a parar a Almendralejo y a la farmacia.

Tomás de Mattos, también se prende al juego y para su gran novela ¡Bernabé, Bernabé! inventa la voz femenina de Josefina Péguy, señora de la alta sociedad uruguaya que, hacia 1885, escribe una carta a pedido del director del periódico montevideano El indiscreto contándole, con lujo de detalles, la verdadera historia de las matanzas que hacia 1831 hicieron los Rivera y sus secuaces.
Mattos puede ser acusado de abuso con relación a Josefina ya que otra novela suya, La fragata de las máscaras, también es una transcripción de otra carta de ella cuyo destinatario original era Herman Melville.
Como el tipo es listo, se ha curado en salud aclarando que el que anduvo hurgando esos papeles fue un tío de Josefina que se encargó de ordenar e inventariar todo. Pero el tío Gustavo ya falleció así que podemos dar por cerrado el asunto y creerle al autor que, por otro lado, es el Director de la Biblioteca Nacional del Uruguay así que no nos busquemos más problemas de los que ya tenemos con los vecinos.

Finalizaré con otra novela corta: Marta Riquelme, de Ezequiel Martínez Estrada. Es una delicia de confusiones que comienza con un prólogo explicando que se trata de las Memorias de Marta, a la que no conoce, pero cuyos originales le fueron alcanzados por un conocido editor (el que a su vez los recibió de un amigo de la autora) para que, si eran de interés, los publicara agregando un prólogo. Al llevar el manuscrito a la imprenta este se pierde (pero él lo ha estudiado y revisado tanto que lo recuerda de memoria) y el prólogo continúa en forma desopilante por dos caminos: la búsqueda del responsable del extravío (el linotipista, el corrector, etc., etc.) y los comentarios que Martínez Estrada va haciendo al escrito y que le provocan admiración e hilaridad. Se ríe al recordar algunos pasajes de las tales Memorias pero lo cierto es que transcribe casi nada salvo sus propias impresiones. El final es maravilloso: “Todo lo que sigue es sencillamente estupendo” (pero la novela termina allí, en el prólogo).

Peor me fue a mí, que llegué a ella por una confusión mayor: creí que se trataría de una hermana de Juan Román Riquelme y que por fin tendría en mis manos el final de esta otra novela: que averiguaría si volverá o no a jugar en Boca Juniors y más aún, si hará algún gol antes del fin de los tiempos o nos seguirá arreglando con el cuento de la buena pipa. Demás está decirles que estoy “como cuando vinimos de España…”
FIN
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viernes, 8 de marzo de 2013

Clases de literatura por $2 - Cartas y escritos en las novelas - 1a parte

 

Hay un recurso usado hasta el cansancio en la literatura: el narrador recibe una carta o encuentra un escrito y se limita a transcribir la historia.
El truco, más manyao que el tango La cumparsita, se origina en el espíritu jocoso cuando no en la pereza o poca afección al trabajo de los escritores en general.
Al tomar esta precaución los literatos dejan en claro que no son historiadores y se sacan de arriba la responsabilidad de los errores que cometen. El gremio se la pasa tratando de poner a la Ficción por encima de la Historia como representación de “la realidad” y como un camino directo al conocimiento, pero evita con este recurso cualquier objeción a la falta de rigor en el encadenamiento de hechos y sucesos.
No menos cierto es que, al mismo tiempo, nos dicen que lo que conocemos como Historia Oficial no es más que otra intermediación como cualquiera, más o menos espuria, más o menos fictcia.


Uno de los primeros en reír a nuestras costillas fue don Miguel de Cervantes que, después de unos cuantos capítulos de empezado Don Quijote, nos cuenta que se trata de una historia que encontró casualmente, escrita por un tal Cide Hamete Benengeli en árabe y que él hizo traducir por poca plata.También se da el gusto de mostrar los naipes y decir que ha cambiado pocas cosas, nombres, lugares y “algunas menudencias, de poca importancia y que no hacen al caso de la verdadera relación de la historia;  que ninguna es mala como sea verdadera”. “…si se le puede poner alguna objeción acerca de su verdad, no olvidemos que su autor es arábigo, siendo muy propio de los de aquella nación ser mentirosos;…”
Es decir: si hay algo que les parece mal, no me jodan y vayan a quejarse a Gardel o a Cide Hamete.


Otro caso de colección es la novela Las nubes de Juan José Saer.
Se trata de unas memorias escritas por el doctor Real en 1835 y que una anciana puso en manos de Marcelo Soldi. Lo que Real (¡junen el apellido que eligió!) relata son cosas que le pasaron antes de 1804 durante su estadía en Europa. Pero el relator no es Real, ni tampoco es Soldi sino un tal Pichón Garay que está en París leyendo en su computadora un disquete que le ha mandado Soldi, donde este ha pasado en limpio el original de Real, y con ese material escribe la novela.
El artificio está potenciado al máximo. Entre tanta cantidad de intermediarios y tan gran desfasaje temporal, es posible que nos quedemos en las nubes con relación a lo realmente relatado por Real. Después no me vengan con que no se los advertí, parece querer decirnos Saer.


… Continuará
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martes, 5 de marzo de 2013

Límites – entre el Agrimensor y el GPS


Ahora que disponemos del sistema GPS (y del Glonass, ruso; del Galileo, europeo y el Compass chino) parecen increíbles las guerras y otros males que se adjudicaron a la falta de precisión en la fijación de límites y jurisdicciones.
Recuerdo especialmente el conflicto entre España y Portugal, de la época de la conquista, que terminó con el Tratado de Tordesillas de 1494:
Que se haga y asigne por el dicho mar océano una raya o línea derecha de polo a polo, del polo Ártico al polo Antártico, que es de norte a sur, la cual raya o línea e señal se haya de dar e dé derecha, como dicho es, a trescientas setenta leguas de las islas de Cabo Verde para la parte de poniente, por grados o por otra manera, como mejor y más presto se pueda dar, de manera que no será más.

Después de leer esto nadie puede decir que en los tiempos de Colón se creía que la Tierra era plana. ¿Leyeron lo de los polos? Y era el Papa el árbitro del acuerdo. Es otra de las simpáticas mentiras de la prensa oficial, es decir de las versiones para nosotros los giles.
Nunca se llegó a determinar la línea por imposibilidades técnicas, pero es muy gracioso ver cómo cada asesor que ponía manos a la obra la ubicaba más hacia al este o al oeste, según representara a la corona portuguesa o a la española. Más gracioso aún resulta el hecho de que el rey Juan II de Portugal se enterara, antes que los reyes católicos, del descubrimiento de Colón debido a que, en el viaje de regreso una tormenta lo hizo recalar en Lisboa y ahí nomás empezaran los portugueses a reclamar su parte en el botín.

La ciencia de las mediciones está ligada al desarrollo de la geometría que floreció entre los habitantes de lo que ahora es China e India y en la Mesopotamia, entre caldeos, babilonios y egipcios. Discípulo de ellos, Tales (624-548 ac), de Mileto - Turquía,  aunque no dejó obra escrita –los primeros en hacerlo fueron un discípulo de Aristóteles, Eudemus (hacia el año 320 ac) y luego Euclides –, sistematizó los conocimientos y nos dejó 5 teoremas fundamentales, de los cuales el más famoso es el que musicalizaron Les Luthiers. Los Elementos de Euclides, junto con la Biblia y el Quijote fueron las obras de más tirada de los primeros 300 años de la imprenta.

Pero la agrimensura tuvo su gran desarrollo en Roma, porque los técnicos romanos empezaron a construir caminos y acueductos y, a la vez, la expansión del Imperio y del Derecho de Propiedad exigían precisión en la mensuras. Los trabajos del astrónomo turco Hiparco (190-120 ac) –considerado el padre de la trigonometría– y del astrónomo egipcio Claudio Tolomeo –que sintetizó en su Almagesto todos los conocimientos de la época– fueron la base sobre la que se asentó y desarrolló la agrimensura romana. Ager, agri, en latín, significa campo de cultivo y mensus, medir.

El filósofo italiano Giorgio Agamben escribió un artículo donde relaciona la agrimensura en Roma con lo divino y lo humano, con lo alto y lo bajo, con el pueblo y el castillo. Y desde ahí analiza El Castillo de Kafka en forma muy atractiva. Trataré de conseguirlo y ponerlo en una próxima entrada.
Volviendo a lo anterior podríamos sintetizar esta historia diciendo que los pueblos que hoy consideramos bárbaros aportaron la inteligencia y la investigación básica (los fundamentos de las matemáticas, la geometría y la astronomía) y los pueblos que hoy consideramos la cuna de la cultura occidental hicieron investigación aplicada (el desarrollo de la agrimensura y las mediciones) fundamentalmente para delimitar el derecho de propiedad y las zonas conquistadas.

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viernes, 1 de marzo de 2013

Clases de literatura por $2 - La retórica y otras yerbas


La retórica es el arte del bien decir, es un conjunto de reglas y formas de expresarnos para hacer con nuestras palabras un discurso bello y convincente.
En una época con un pleno dominio de la imagen hablar de ciertas figuras o trucos del habla puede parecer anacrónico o aburrido. Estaré muy agradecido de que lo sepan disimular.
Como está llena de nombres difíciles trataremos de hacerla fácil, de aligerarla, de bajar un cambio, de simplificarla, de allanarla.

Aliteración: es la reiteración de los mismos fonemas o palabras para conseguir algún efecto.
Un ejemplo (malo) podría ser la frase anterior donde digo cinco veces lo mismo.
Chochi, la dicharachera, personaje que hacía Gabriela Acher, lo jugaba con mucha gracia: Soy ducha en corcheas y corchetes, de chica escuchaba muchos mariachis,… me chiflan las rancheras de los charros, las guarachas, el chá chá chá…
Acá va un ejemplo de Rubén Darío: de finales, fugaces, fugitivos/
fuegos fundidos en tu piel fundada
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Y otro, de A. Carpentier: De plata los delgados cuchillos, los finos tenedores; de plata los platos de plata donde un árbol de plata labrada en la concavidad de sus platas recogía el jugo de los asados; de plata los platos fruteros, de tres bandejas redondas, coronadas por una granada de plata; de plata los jarros de vino… (Posiblemente el mejor de todos, el comienzo de Concierto barroco).

Oxímoron: consiste en decir dos conceptos que se oponen, en relacionar dos antónimos.
Se ve más claro en este ejemplo: La oscura claridad de las estrellas. Hay otro, famoso, de Jorge Luis Borges: Filósofo español.
Y este par, algo politizados:
-Soy un gran lector de Sócrates. Frase del inefable Carlos Menen a pesar de que, lamentablemente, el griego no dejó una sola página escrita.
-El pensamiento de Mauricio Macri o El pensamiento vivo de De la Rúa serían el perfecto oxímoron.

Zeugma: la combinación de dos palabras con sentidos opuestos (que a diferencia del oxímoron, parecen convivir)
‑¡No me comprende usted! ‑exclamó Catalina Ivanovna con una mezcla de irritación y desaliento‑. (F. Dostoievsky – Crimen y castigo)
-¡Hay tanta escasez de abundancia! (Muletilla del cómico Pepe Arias).
-¡Qué suerte para la desgracia! (Muletilla del cómico Pepe Biondi).

Quiasmo: la relación entre dos palabras se repite, invertida en el resto de la frase. Por ejemplo:
Hay que comer para vivir y no vivir para comer.
O este otro de un diálogo escuchado en el colectivo:
Ella  –Yo te amo, pelotudo.
Él     Boluda, yo también te amo.


Para terminar, un par de ejemplos. Uno de Jorge Luis Borges y otro de Les Luthiers. Sin importar si en el primero hay un zeugma o un oxímoron y en el segundo una aliteración o vaya uno a saber qué, espero que les arranquen una sonrisa:

Ejerce no sé qué cargo subalterno en una biblioteca ilegible de los arrabales del Sur; es autoritario, pero también es ineficaz;…  (El aleph)

Me ha despreciado una china
que seguí con mi manchao;
no me había dado cuenta,
era la china de Mao.
(Si no fuera santiagueño – Chacarera)
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