martes, 31 de mayo de 2011

Aracne y Minerva - Mitos revisitados

Las Nuevas Metamorfosis
por Ovidio Terreno

Aracne era inteligente y laboriosa y por eso disfrutaba el reconocimiento de su actividad como tejedora. Ejecutaba con mucha habilidad sus labores y era un placer ver los tejidos (los escritos *) que hacía. En uno de los más valiosos, analizó la obra de otro tejedor de su misma ciudad pero que andaba en las orillas. La belleza de sus obras, su Punto de Vista, era motivo de admiración de las ninfas y faunos de la comarca.

Sin saber bien cuando, la soberbia empezó a opacar los perfectos colores de sus tramas que seguía hilando con gracia y habilidad. Algunos dicen que su cuadro “Escenas de la vida posarcaica” ya empezaba a mostrar demasiadas nubes y a tapar demasiadas cosas.
Más tarde no quiso pintar el rapto que un violento dioscuro hizo de la hija de Asopo y del nieto de Perseo. Se empeñó en poner el Punto Final antes de haberlo escrito. Tampoco pudimos apreciar en la prestancia de su industria la importante historia del ADN, lo recortó y se apresuró a enfatizar el “y punto” y colocó el Punto Final antes de escribirlo.

Puso su habilidad con una obsecuencia indebida al servicio de los oscuros dioses de los crímenes consentidos y entonces Minerva la reprendió y castigó transformándola en araña.
Y aunque le gritó: “¡Conmigo no, Minerva!”, aquella con jugos de la hierba de Hécate la asperjó (roció) y le dijo: -Beatriz, conserva la vida pero quédate colgada y miserable por todo el porvenir. Y la condenó a estar muerta en VIVA**.
Tocada por la funesta pócima empezó a arrugarse y a perder el pelo. La cabeza se le hizo pequeña y minúsculo el cuerpo todo, salvo el vientre, del cual sigue ella sacando hilo y, hecha araña, fabrica telas (como en otro tiempo) pero que sólo sirven para agarrar algunos bichos.




* textil y texto vienen de la misma raíz (Gracias Juan Pablo Villalba)
** Revista semanal del diario El Cornetín Cipayo.
El rapto de Europa, foto del Kunstmuseum, Berna.
La modelo del dibujo, cuyo autor desconozco, NO es Beatriz Sarlo
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sábado, 28 de mayo de 2011

Mujeres singulares (y plurales) -3-

Marie Paulze
La madre de la Química

Marie-Anne Pierette Paulze (1758 - 1836) nació en Francia en una familia de la alta burguesía. A los 14 años rechazó un pedido de casamiento de un señor mayor para casarse con Antoine Lavoisier (1743-1794) que por entonces iba de la abogacía a la geología y trabajaba para una empresa paraestatal que dirigía su padre.
Interesada en los trabajos de su esposo se formó en química, estudió idiomas para traducir los últimos desarrollos que se hacían en este campo y lo acompañó en las tareas de laboratorio e investigación. Su traducción del latín de un ensayo sobre el “flogisto” fue fundamental en la demolición de esa teoría y abrió el camino al descubrimiento del oxígeno.
Estuvo casada con dos hombres que construyeron los pilares del edificio de la fisico-química, el que postuló el principio de conservación de la masa –considerado el padre de la química moderna- y el que encontró la equivalencia entre calor y energía. Podemos decir sin ambages que fue la madre de la Química.

A su casa paterna concurrían habitualmente los más destacados personajes de las ciencias y la política anteriores a la Revolución: Laplace (matemático y astrónomo), Benjamín Franklin (científico norteamericano), Condorcet (matemático y humanista), Dupont de Nemours (que más tarde emigró a EEUU y fundó la actual multinacional química), Turgot (el síndico de Luis XVI) y el joven (de 28 años) Lavoisier, que se mostró más interesado en la hermosa morocha de ojos celestes que en los distinguidos contertulios. Allí se generaban y debatían los últimos desarrollos y teorías científicas.
Después de su casamiento y hasta el fin de sus días, Marie continuó organizando esas reuniones, en el salón de su casa del nº 17 del Boulevard de la Madeleine, París, regalo de bodas del padre.
A partir de 1775 el interés de la pareja se concentró en la química cuando acompañó a su marido en su trabajo en el Arsenal de París. Con el apoyo del padre y los dineros públicos, montaron un laboratorio muy equipado, dedicándose de lleno a la investigación científica.

En 1794 el Gobierno Revolucionario cortó de plano esas tareas y también cortó -en la guillotina- las cabezas de su marido, de su padre y le confiscó los bienes. Después de las decapitaciones, durante el Reinado del Terror, se puso a ordenar, recuperar y compilar todos los trabajos y pruebas de laboratorio realizados con su marido y que habían sido embargados o destruidos y corrían el riesgo de perderse para siempre. El fruto de esos años de labor fue la edición en dos volúmenes de las Memorias de Química (1803), donde quedaron asentadas las bases fundamentales de la Química Moderna.
Años después se casó con otro científico notable, que terminó de enterrar el “calórico” y el “flogisto” al determinar que el calor era una forma de la energía. Su segundo matrimonio, en 1805, con Benjamín Thompson, conde de Rumford (1753-1814), un científico norteamericano algo aventurero, a quien el Rey de Baviera le pagó sus servicios con el título de conde, duró poco. Cuando las relaciones con el segundo marido se hicieron insostenibles, Marie lo echó de la casa con la advertencia de no volver jamás y dejó en claro quién era la que presidía los encuentros científicos que allí convocaba.
Entonces decidió volver a usar el apellido del primer esposo hasta su muerte, ocurrida a los 78 años.

El tesón y la fuerza con que Marie Paulze se sobrepuso a todos los obstáculos que afrontó en su vida contribuyeron decisivamente para el posterior desarrollo de las ciencias y salvaron el gran legado de ella y sus maridos: clausurar la alquimia y transformar la química en una ciencia.


En la ilustración se ven aparatos de laboratorio dibujados por Marie Paulze. Esa misma "marca" estética continuó en los libros de Física y Química por 150 años.

Más sobre Marie Paulze en estos dos trabajos:
http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol23num1/articulos/mujeres-ciencia/index.html

http://futuretg.com/FTHumanEvolutionCourse/FTFreeLearningKits/03-CH-Chemistry/030-CH01-Basic%20Chemistry/Crucibles%20The%20Story%20Of%20Chemistry.pdf
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miércoles, 25 de mayo de 2011

Teseo y el Minotauro - versión cordobesa


Pateando sapos

El rey Minos era un tipo jodido, abusaba de su poder, cobraba impuestos desmedidos, sintetizando: era un cretino. También era un cretense, dado que vivía en Creta, donde tenía la sede de su gobierno y su familia.
Su esposa Pasifae lo había gorreado con un muchacho del barrio pero él largó a correr la bola de que el asunto había sido con un toro de grandes cuernos. El tipo la contaba cambiada, haciéndose el gil, para disimular o para tomarnos de ingenuos –por no decir otra cosa –, pero todos sabemos que el cornudo* era él.
También hizo correr el rumor que al toro se lo habían mandado de “arriba” y que por eso había tenido que hacer la vista gorda y, como prueba, decía que habían engendrado un ser medio hombre medio bestia: el Minotauro. Continuaba la sanata diciendo que el monstruo era más malo que las arañas, que lo tenía encerrado en un laberinto y que se alimentaba con carne humana que había que sacrificarle para que no se pusiera nervioso.
La verdad, si es que hay una, es que nadie vio nunca al Minotauro, salvo uno que dice que de furioso no tenía nada porque cuando se topó con él estaba dormido.

La familia real se completaba con dos hijas, Ariadna y Fedra. Razones que se verán enseguida dejan suponer que, mientras Fedra debía ser muy linda, Ariadna debe haber sido un bagayo de aquellos.
Con intenciones de colocar a la menos favorecida, Minos y familia urdieron un plan: cuando llegó la tanda de atenienses que serían sacrificados, Ariadna eligió a uno, a Teseo, y le dijo que si se casaba con ella lo ayudaría a liquidar al Minotauro, se acabarían para siempre esos sacrificios inútiles y se haría la paz entre Creta y Atenas.
Teseo, entre la muerte y el bagayo, no dudó un instante. Ella lo ayudó con un ovillo de hilo (que le permitió regresar sin perderse en el laberinto) y con el horario de la siesta del monstruo, que no opuso resistencia alguna cuando lo liquidaron (como bien lo cuenta Jorge Luis Borges en La casa de Asterión) ya que estaba en el quinto sueño.

Hasta acá todo bien, pero lo que sigue nos permite poner en el verdadero lugar del héroe a la figura de Teseo. Qué digo héroe, un ídolo total el Teseo ese.
Con el Minotauro muerto, la paz en camino y todos contentos, la feliz pareja se dispuso a partir hacia Atenas. Se estaban despidiendo a los besos de Minos y familia cuando a Teseo se le ocurrió la idea genial: “¿No te gustaría que tu hermanita venga con nosotros?” Y Ariadna asintió muy contenta del acompañamiento de Fedra.
Lo que sigue es por todos conocido: Teseo tuvo un par de “olvidos” en el viaje de regreso. Primero se olvidó o perdió a Ariadna en una isla en la que había buscado refugio durante una tormenta y después olvidó poner las velas blancas en señal de que regresaba vivo. Su padre, Egeo, Rey de Atenas, suponiendo lo peor, se suicidó arrojándose al mar.
La historia concluye con Teseo haciendo otros dos “sacrificios”: se casa con Fedra y se corona Rey de Atenas.
¡Qué se le va a hacer, la vida de los ídolos es puro sacrificio!



* ¿Será de acá de donde viene el llamar cornudos a los visitados por el pata e’ lana?
El autor de la ilustración es angelpito. Tiene un blog con el mismo nombre.
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domingo, 22 de mayo de 2011

Intermedio filosófico - Humor

El fuego, la velocidad, dios.

1
Cuenta una leyenda hindú que en ocasión de la visita del Maharajá de la región, el jefe de la aldea lo llevó por la calle principal y le mostró a un hombre inclinado ante el fuego y recitando una plegaria.
−Es un sacerdote −dijo el Maharajá.
Y luego vieron a un hombre que, alimentando el fuego con un fuelle, derretía el metal y fabricaba una espada.
−Es un herrero −dijo el Maharajá.
Después se enfrentaron a un hombre que volcaba oro puro, en estado líquido, sobre un molde cuidadosamente labrado.
−Es un orfebre −dijo el Maharajá.
Y al final de la calle había otro hombre que estaba sentado sin hacer nada, pero mirando fijamente el fuego y el Maharajá se sintió desconcertado.
− ¿Qué hace? −preguntó.
− Trata de averiguar qué es el fuego −le contestó el jefe de la aldea −. Es un filósofo.

Honorablemente sustraído de:
Leonardo Moledo/Esteban Magnani, Diez teorías que conmovieron al mundo, 2006, Buenos Aires, Capital Intelectual.

2
Unos guasos cordobeses discutían acerca de los límites de las altas velocidades en el universo.
–Fíjense que cierro los ojos, pienso en Marte y ya estoy allí, casi instantáneamente; y si pienso en la estrella más lejana, más aún, –dijo el aficionado a la literatura–. Para mí, el pensamiento es lo más veloz.
–Para mí, es la luz, –dijo el segundo, aficionado a la Física–. Einstein lo postuló y hasta ahora nadie ha podido demostrar lo contrario: la velocidad de la luz, 300.000 kilómetros por segundo, es el límite máximo. Nada que lo supere ha podido ser observado hasta ahora.
–No estoy de acuerdo, –dijo el tercero–, para mí, es la diarrea. La otra noche, no me dio tiempo ni a pensar ni a prendé la lú.

3 (de yapa)
Suplicaba Nietzsche en su lecho de muerte:
-¡Dios mío, Dios mío...!
-¡Pero hombre! ¿No sos vos el que anda diciendo por ahí que he muerto?
-¡Que va! Sólo estaba filosofando.


El autor del hermoso dibujo de Descartes es A. Merino.
Descartes es el filósofo francés que se hizo famoso (luego de que le mostraran esta foto) con su frase: "Pienso, luego insisto."

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miércoles, 18 de mayo de 2011

Diplomacia y Literatura

Diplomacia en la literatura

La Diplomacia es un arte al servicio de los intereses y relaciones entre naciones cuyos límites podemos establecer -dado que su herramienta son las palabras- entre la Literatura por un lado y, por el otro -cuando aquellas se acaban- las acciones Militares.
Siendo los diplomáticos especialistas en el uso del lenguaje, el uso cuidadoso y apropiado de las palabras es fundamental para que sus tareas contribuyan a solucionar o evitar problemas y a mantener los conflictos más cerca de las letras que de las municiones.

Las Escuelas de Diplomacia tienen en Balzac a un profesor emérito cuya destreza es esas artes se muestra en varios pasajes de su obra. De su cuento El cura de Tours he seleccionado unos fragmentos, en especial el diálogo entre el abate Troubert y la señora de Listomère que son una muestra deliciosa de habilidad y sagacidad por parte de ambos.

Pero antes, otro fragmento, corto, de tono humorístico y divertido, de Ceremonia secreta de Marco Denevi. Si ser diplomático consiste en decir las cosas más atroces de manera que cumplan su objetivo sin caer en groserías, el párrafo que sigue es la muestra más consumada de talento para referir insultos sin decir ni uno solo.


“…se plantó frente a la señorita Leonides y se puso a insultarla clamorosa y concienzudamente. La llamó con nombres erizados de erres y de pes como vidrios rotos, le adjudicó imprevistos parentescos, le atribuyó profesiones a las que se suele calificar ya de tristes, ya de alegres; la apostrofó como los peores pecadores seremos apostrofados el Día del Juicio, y, en fin, la exhortó a perpetrar con la pobre ortiga los más heroicos y los menos vulgares usos y abusos.”

Marco Denevi, Ceremonia secreta, 1961, Corregidor, Buenos Aires.


(fragmento de la obra de Balzac)
“Enorgullecido tal vez de recibir en la biblioteca de Chapeloud, y junto a la chimenea, adornada por los dos famosos cuadros cuya posesión se le había discutido, a una señora que hasta entonces no le había reconocido como hombre importante, Troubert hizo esperar un rato a la baronesa. Luego consintió en darle audiencia. Jamás cortesano ni diplomático alguno pusieron en la discusión de sus intereses particulares o en el desarrollo de una negociación nacional tanta habilidad, tanto disimulo y profundidad como desplegaron la baronesa y el abate cuando se vieron ambos en escena.

En nuestro caso, para darse bien cuenta del duelo de palabras que se libró entre el presbítero y la gran señora, es necesario que desvelemos los pensamientos que mutuamente se ocultaron bajo frases de apariencia insignificante. La señora de Listomère empezó mostrando el disgusto que le causaba el pleito de Birotteau y luego habló del deseo que tenía de ver terminado el asunto a gusto de las dos partes.
-El mal está hecho, señora -dijo el abate con voz grave-: la virtuosa señorita Gamard se muere. (Tanto me importa esa imbécil como el preste Juan -pensaba-; pero querría echar sobre ti la responsabilidad de esa muerte o inquietar tu conciencia, si eres tan simple que te preocupas de ello.)
-Cuando supe su enfermedad, señor -respondió la baronesa-, exigí del señor vicario una renuncia, que aquí traigo, para esa santa señorita. (¡Te adivino, astuto pícaro -pensaba-; pero ya nos tienes al abrigo de tus calumnias. Si aceptas la renuncia, caes en el lazo; es como si confesaras tu complicidad.)
Hubo un momento de silencio.
-Los asuntos temporales de la señorita Gamard no me conciernen -dijo al fin el presbítero, abatiendo los párpados para que no se advirtiese emoción alguna en sus ojos de águila. (¡Oh, no me comprometerás! Pero, ¡alabado sea Dios!, los malditos abogados no defenderán ya un asunto que podía salirme mal. ¿Qué quieren los Listomère para convertirse en servidores míos?)
-¡Ah, señor! -replicó la baronesa-. Los asuntos del señor Birotteau son para mí tan ajenos como para usted los de la señorita Gamard; pero, desgraciadamente, estas disputas pueden dañar la religión, y yo en usted no veo más que un mediador, como yo he tomado a mi cargo el papel de conciliadora... (No nos engañaremos, no. ¿Notas bien la tendencia epigramática de mi contestación?)
-¡Perjudicarse la religión, señora! -dijo el gran vicario-. La religión está demasiado alta para que puedan alcanzarla las querellas de los hombres.(La religión soy yo -pensaba.) Dios nos juzgará sin equivocarse, señora -añadió-; no reconozco más tribunal que el suyo.

-Pero aquí tengo yo un acta -dijo la señora de Listomère- que zanja toda discusión y se los entrega a la señorita Gamard. -Y puso la renuncia en la mesa. (Mira -pensaba- cómo confío en ti.) -Reconciliar -añadió- a dos cristianos es digno de usted, señor, y de su noble carácter; aunque yo ahora no me tome mucho interés por el señor Birotteau...
-Pero vive con usted -interrumpió él.

El abate frunció las cejas.
-...a los derechos que distinguidos abogados le reconocen, el retrato...
El presbítero miró a la señora de Listomère.
-...el retrato de Chapeloud -prosiguió ella-; sea usted juez de esta pretensión... (Si quieres pleitear, serás condenado, -pensaba.)
El acento con que la baronesa dijo «distinguidos abogados» hizo comprender al presbítero que conocía el flaco y el fuerte del enemigo. La señora de Listomère demostró tanto talento en el curso de la conversación, a los ojos de aquel conocedor sagaz, que el abate bajó a las habitaciones de la señorita Gamard para obtener su respuesta a la transacción que se le proponía.
Pronto volvió a subir Troubert.

-Señora -respondió-, tengo demasiadas y grandes ocupaciones, que no me permiten hacer vida de sociedad; pero, ¿qué no haría por usted? (La solterona va a reventar; entablaré relaciones con los Listomère y los serviré si me sirven -pensaba-; mejor es tenerlos como amigos que como enemigos.)
La señora de Listomère volvió a casa esperando que el arzobispo consumaría la obra de paz comenzada tan felizmente.”


H. de BALZAC, El cura de Tours
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domingo, 15 de mayo de 2011

Frases de teatro -6-

1
El Nuevo Mundo, 1981, Carlos Somigliana.
Ambientada en 1815 en una imaginaria capital sudamericana, esta pieza corta en tono de farsa, juega con los estereotipos del poder y la sexualidad, con el agregado de la presencia del Marqués de Sade que, a salvo de la muerte y el manicomio, reaparece en América.
Fue representada en el primer ciclo de Teatro Abierto, en 1981 con José María Gutiérrez como el marqués y Marta Bianchi como Madame Roberta.

Roberta: (Algo desconcertada) ¿Quién es usted?...
Marqués: Tú, en cambio eres la misma de entonces, la misma de siempre… (Se aproxima y la contempla) Apettisante… (Se aproxima más y la huele) Aromatique… (Se aproxima más y la lame) Savoureuse…
Roberta: ¡Tú, Donatien, tú!.. Tú, el Marqués de Sade

El paso de comedia juega con la propaganda de Savora, un condimento a base de mostaza, que incluía las tres palabras , en idioma francés, en sus viejas etiquetas.

2
El florido pensil, 1990, Andrés Sopeña Monsalve.
La obra transcurre en 1957 en una escuela del país vasco en pleno franquismo, en esa España tan surrealista -el mejor lugar del mundo según la propaganda oficial- como aislada y retrógrada.
Cinco hombres repasan su tiempo de escolares y sus recuerdos de una educación en donde la mitad de las cosas era obligatoria y la otra mitad estaba prohibida; como el propio idioma vasco, el euskera.
El título de la obra es una parte del himno español que se usaba en la España de Franco (pensil significa jardín florido o delicioso), lo que sería algo así como “el florido jardín florido”. En la Argentina la puso en escena la compañía teatral vasca Tantaka Teatroa en enero de 2000.

Maestro: – ¿Eres cristiano?
Alumno: – Soy cristiano por la gracia de Dios.


Gracias a Patricia y Damián, de cuya memoria salió El florido pensil.
Gracias a Susana, por guardar los textos del Teatro abierto del 81.
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domingo, 8 de mayo de 2011

Mujeres singulares (y plurales) -2-

Lou Andreas Salomé
Una mujer entre dos siglos

Louise Salomé nació en San Petersburgo (Rusia) en 1861 y murió en Göttingen (Alemania en 1937). Escritora, ensayista, amiga de Nietzche, Rilke, Wedekind y Freud, con quien se formó en el psicoanálisis, al que dedicó sus últimos 25 años.
En su vida se condensa toda la evolución político cultural de Europa desde finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX. Su talento desborda todos los lugares por los que pasó, fue la musa de numerosas personalidades y participó en las más controvertidas corrientes del pensamiento occidental.
Tan singular es su contribución como catalizadora y productora de hechos culturales que no puedo dejar de preguntarme si ella estaba donde las cosas pasaban, o pasaban cosas porque ella estaba allí.

Provenía de una familia aristocrática judía, la madre pertenecía a la burguesía industrial y el padre era un militar al servicio del Zar. Una temporada en la Universidad de Zurich y en Roma, acompañada por su madre, la pusieron en contacto con la intelectualidad alemana. Allí conoció (con 21 años, en 1882) a su novio Paul Ree y a Friedrich Nietzsche (a la sazón 38 años) que se enamoró de ella y al que luego de unos años de complicada relación **, rechazó definitivamente para casarse, en 1887, con el orientalista y filólogo Frederick Carl Andreas, dieciséis años mayor que ella.

Acá hago una parada para señalar un par de cosas que me llamaron la atención.
La primera es que el círculo intelectual mencionado y del que formaba parte Nietzsche, liderado intelectualmente, entre otros, por Richard Wagner; era nacionalista, antisemita y ya empezaba a hacer el panegírico de la raza aria.
La segunda es que el matrimonio con Andreas duró cuarenta años y nunca se consumó, es decir vivieron, cada uno por su lado, en una relación contractual y afectiva libre (condición impuesta por ella). Al parecer fue virgen hasta un tiempo después de su matrimonio.

Nietzche escribió Así habló Zaratustra en 1885, donde trató de exorcizar el desengaño amoroso y ella una biografía del filósofo, que publicó en 1894.
Hacia 1897 conoció a Rilke y tuvieron un encuentro intelectual y amoroso (ella 37, él 21) que duró varios años, durante los cuales visitaron a Pushkin y a Tolstoi en su experimento comunitario de Yásnaya Poliana. Para 1901 el romance tuvo su fin, Lou que era infiel por naturaleza (“yo soy siempre fiel a mis recuerdos, a las personas, jamás”) se separó de Rilke, aunque, hasta la muerte del poeta en 1926, la amistad entre los dos continuó en forma epistolar.

En 1911 llegó a conocer a Freud, a través de un amigo-amante psicoterapeuta, y se convirtió en su alumna. Las relaciones entre ambos se basaron desde el principio en un sentimiento de mutuo respeto y con los años se hicieron cada vez más sólidas. Dedicó al psicoanálisis el resto de su vida y produjo aportes y trabajos significativos sobre el erotismo y el narcisismo. Lou Andreas-Salomé murió en Göttingen, siete años después que su marido, en la casa que compartían. Después de la ceremonia, la Gestapo quemó su biblioteca.
Su nacimiento coincidió con un hecho histórico muy importante para Rusia (y toda Europa): la emancipación del siervo de la gleba, que fue el inicio de los grandes cambios políticos que desembocaron en la Revolución de Octubre de 1917. Su muerte ocurrió en el apogeo del nazismo. Podemos decir, con seguridad, que su vida fue un símbolo de los grandes cambios que marcaron el siglo XX.


**Entre otras cosas, se llevaba muy mal con la hermana de Nietzche, protagonista de esta anécdota:

En 1881, inspirado en un escrito de Richard Wagner y en su antisemitismo, Bernhard Förster, viajó a Paraguay para ubicar allí un asentamiento alemán: fundar allí “Nueva Germania”. Su idea era crear una comunidad modelo en el Nuevo mundo y mostrar la superioridad alemana. Estaba casado con Elisabeth Nietzsche, hermana del filósofo, que lo acompañó en la aventura.
El proyecto fracasó y Förster se trasladó a otra colonia, a San Bernardino, hospedándose en el Hotel del Lago. Allí pasó sus últimas seis semanas de vida, se suicidó en su cuarto, el 3 de junio de 1889, envenenándose con una combinación de morfina y estricnina. Fue sepultado en el cementerio de la ciudad.
El proyecto quedó en manos de Elizabeth que, vuelta a Alemania, encontró al filósofo sumergido en la locura causada por la sífilis. Ni siquiera se pudo enterarse que había heredado parte de "Nueva Germania" por la voluntad del Dr. Förster expuesta en su testamento.
En 1934, Adolfo Hitler ordenó un servicio funerario en su memoria, arrojando tierra alemana alrededor de la tumba en San Bernardino.



Lou y Nietzche por Grau Santos
Lou, Ree y Nietzche es una significativa fotografía.

sábado, 7 de mayo de 2011

Mausoleo y Meandros

VIDALA DEL NOMBRADOR Jaime Dávalos
Vengo del ronco tambor de la luna
en la memoria del puro animal.
Soy una astilla de tierra que vuelve
hacia su antigua raíz mineral.


Mausolo reinó en Caria, una región del Asia menor, como delegado del poder del Emperador de Persia Artajerjes, entre el 377 y 353 a.C. Había heredado una satrapía, algo así como una provincia, de su padre Hecatommo. Fijó la sede de su gobierno en la ciudad de Halicarnaso; que hoy es la ciudad de Bodrum, Turquía; la fortificó y construyó allí varios edificios monumentales, entre ellos el que terminó siendo su tumba. Gran militar, político y diplomático, hizo equilibrio entre el poder de Persia y el de Grecia. A su muerte lo sucedió su mujer (y hermana) Artemisia que llevó varios arquitectos y escultores famosos para decorar la tumba de su marido y de ella misma. Tan imponente fue el resultado que el Mausoleo de Halicarnaso fue declarada una de las Siete Maravillas de la antigüedad. Tenía 30 x 40 metros, era de mármol blanco, soportó siglos e invasiones varias –incluyendo la de Alejandro Magno –, pero sucumbió, en parte por el terremoto de 1404, y el resto, frente a las hordas civilizadoras cristianas de los Caballeros de San Juan en 1500.
De allí proviene que a las tumbas de cierta importancia les llamemos mausoleos.

El Río Meandros, hoy llamado Büyük Menderes, atraviesa de este a oeste la parte plana de Turquía y desemboca en el mediterráneo en las cercanías de la antigua ciudad de Mileto y en la bahía del mismo nombre. Como todo río de planicie o que corre por una pendiente escasa va dando vueltas y vueltas avanzando como una serpiente. En esas curvas va dejando sus sedimentos, lo que refuerza esa traza serpenteante. Como todo río de aluvión el valle resulta muy fértil y desde la antigüedad era muy codiciado
El nombre propio del río terminó denominando a esas curvas y cauces sinuosos que se forman en los ríos de llanuras.
Curiosamente, también la ciudad de Mileto fue muy fértil en la producción de talentos entre los que descollaba Tales, matemático y filósofo, que es el más conocido, pero también cobijó a Anaximandro, filósofo; Anaxímenes, filósofo; Hipódamos, arquitecto; Isidoro, arquitecto y Hecateo, historiador y geógrafo.

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lunes, 2 de mayo de 2011

Esquinas e intersecciones - Humor

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Esquinas

9 de Julio y Rodríguez Peña, llamada esquina “Los dos Tangos”. Antes de que cualquier porteño empiece con los reproches y nos eshplique la imposibilidad de que dos calles paralelas formen una esquina les digo que no se apresuren. Es una esquina con todas las de la ley y se encuentra en la ciudad de Córdoba de la Nueva Andalucía. ¿Vieron que hay vida allende la Avda. Gral. Paz?

¡Defensa y Victoria! ¡Libertad e Independencia! ¡Triunvirato y Avenida de los Incas!
Les Luthiers hicieron una gran pieza de humor con el equívoco entre los cruces de palabras y los de calles: la marcha musical “Ya el sol se asomaba en el poniente” de 1973. Se puede escuchar aquí: http://www.youtube.com/watch?v=inoeB7GVZJo&feature=related


Intersecciones

Vino y soda. Interesante intersección, versión moderna y cordobesa de una tradición que nos viene de los griegos. El vino “a la griega” consistía en tomar la sagrada bebida diluida en dos partes de agua. Lo hacían para evitar que la mamúa y el sueño los hiciera caer en denigrantes derrotas como les pasó a los Troyanos luego de festejar la fácil captura del caballo con el que los hicieron entrar como un ídem.

Para terminar estas cuatro que parecen intersecciones pero que no lo son:
Ortega y Gasset
Moreno y Fabianesi
Vértiz y Salcedo
Olaguer y Feliú
Todas originadas en nuestra Madre Patria que como ven no termina de darnos muchos disgustos y pocas satisfacciones.
La primera se refiere al filósofo español, del que Jorge Luis Borges decía que las dos palabras –filósofo y español – eran una contradicción en sí mismas. La segunda, nunca más justificada la monárquica “y”, ya que el tipo es un Duque, es el apellido del gran mediocampista español, de Colón de Santa Fé, uno de los pocos futbolistas del torneo local al que da placer verlo jugar. Parece una mueca siniestra del destino que nosotros, el país que más jugadores exporta a España y Europa, tengamos que ir a ver al gallego para disfrutar de un pase bien hecho. Por último, el segundo y el sexto titular del Virreinato del Río de la Plata.
Y ya que de virreyes con nombres tan difíciles de recordar se trata, acá les dejo un fragmento de un divertido cuento de Juan Sasturain: Sportivo Virreyes

…algún modo visual que les permita memorizar sin esfuerzo esta lista de nombres que van de don Pedro de Cevallos a don Baltasar Hidalgo de Cisneros.
Y yo les propongo una –y ahí se volvía imprevistamente a uno de los más atorrantes:
-A ver, vos: ¿Cómo forma Racing?
Luego de unos instantes de vacilación, el adoquín incapaz de hilvanar el nombre de tres próceres recitaba sin vacilación la rítmica oración consabida: Negri; Anido y Murúa; Blanco, Peano y Sachi…
-Bien. Y a ver vos ¿cómo forma Boca?
Y el otro empezaba: Roma; Silvero y Marzolini; Simeone, Rattín y Orlando…
…Hagan de cuenta que hoy van a aprender otro equipo: Sportivo Virreyes, si quieren. En el arco Ceballos; dos backs: Vértiz y Del Campo –y los ponía en forma de pirámide, respetando la vieja, clásica formación futbolera–; la línea media con Arredondo de half derecho, Melo de centrehalf y Olaguer de seis; adelante, de wing, Avilés, Del Pino de insái, Sobremonte de nueve, Liniers de diez y Cisneros de wing izquierdo. A ver, léanlo, díganmelo.
… para un amigo… fana de River, …el glorioso Walter Gómez tiene, para siempre, el lugar del cagón de Sobremonte.


El cuento se puede leer completo aquí:
http://manoinquieta.blogspot.com/2010/10/sportivo-virreyes.html

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