sábado, 28 de noviembre de 2009

Lectura y declamación 1

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Declamación
La palabra hablada enriquece a las palabras escritas y las llena de sentidos. La primera artesana de la voz que tuve el privilegio de escuchar fue Berta Singerman: “Somos siete señor, dos en Gales, dos en …” todavía resuena en mis asombrados oídos. No alcanzaba a entender que con tan poco se pudiera hacer tanto.
Con anterioridad, había escuchado hasta el hartazgo El señor firulete y La moneda volvedora, los cuentos de Vigil, en discos de pasta. Más tarde, la época del vinilo acercó otro privilegio: poesía clásica española, “en la voz” de Fernando Fernán Gómez.
A partir de allí, con la escucha siempre asombrada, pero ya más atenta, me he regocijado con cuenteras, actores, actrices y lectores varios. También he asistido a escenas de un maltrato increíble de diversos textos, muchas veces por parte de sus propios autores y generalmente causados más por la exageración que por la apatía. He visto palabras que jamás pudieron recuperarse de esas palizas.

Como mi memoria es escasa, vaga y selectiva, voy a traer a algunos de aquellos prodigiosos juglares que construyeron momentos sublimes y los textos que nos regalaron. Posiblemente mañana aparezcan otros, pero hoy el recuerdo es para estos.

Walter Santa Ana. Vino una noche a colaborar con un acto de la cooperadora de la escuela. Acometió la misión imposible de hacer dos monólogos: Palabra de Borges y Palabras calientes –textos de Gargantúa y Pantagruel– ante un auditorio de 100 personas de 1 a 90 años de edad. En pocos minutos logró un silencio total, él solo, todo al oscuro menos el seguidor que lo alumbraba, nos mantuvo en vilo durante una hora. Al finalizar, se encendieron las luces y el silencio continuó por varios minutos. No puedo asegurarlo, pero creo recordar que hasta las moscas suspendieron sus vuelos esa noche.
Miguel Angel Solá. Desde el lacónico Valdez Cora (de la película de Juan José Jusid, Asesinato en el Senado de la Nación) hasta la lectura de poemas de Mario Benedetti, tengo la sensación de que el aire se solidifica y el resto del mundo desaparece cuando nos deja sus mínimos gestos y su voz profunda.
Marilú Marini: inmovilizada en el escenario, “enterrada” hasta la cintura, en “Los días felices” de Beckett (Teatro General San Martín), haciendo solita ese personaje mezcla de optimismo a ultranza, ironía y negación, nos dejó con la sensación de haber visto a un elenco de 10 personas a la vez que nos llevó de la risa a la depresión, pasando por la agresividad todas las veces que le tocó hacerlo.




Y el párrafo final para Las dos carátulas: el programa de teatro leído de Radio Nacional (AM 870 República Argentina) que es otro de los trabajos milagrosos logrados con las voces y los “efectos especiales” (especialmente caseros). En una época tan altamente tecnológica parece un anacronismo, pero escucharlos, sigue siendo un regocijo.


La caricatura de Berta Singerman de 1927, una joya del art decó, es obra del gran dibujante y muralista mexicano Ernesto García Cabral. La tomé del número de agosto del mismo año de la revista Martín Fierro.
En las fotos, de izquierda a derecha, Miguel Ángel Solá (como Salvador Mazza en Casas de Fuego de Juan B. Stagnaro), Marilú Marini y Walter Santa Ana (como Krapp, en Krapp, la última cinta magnética, de Beckett).
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jueves, 26 de noviembre de 2009

Análisis del discurso

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Análisis del discurso
Curso breve de 10 minutos
Profesores: Negrazón, Chaveta y Roland Barthes


Diario La Nación, jueves 19-11-2009

Respaldos y objeciones
Ya es ley la extracción compulsiva de ADN

El Senado aprobó la polémica norma con un solo voto en contra


El título con el que La Nación bautizó a la Ley y el copete de la noticia son falaces, sesgados y engañosos. No representan la voluntad política de los argentinos, sino las de la entente Clarín-La Nación. Fundamentalmente, toman por tontos a sus lectores. A favor de la aprobación de la ley estuvieron el Frente para la Victoria, la UCR, el Partido Socialista y el Peronismo disidente. En contra el senador del Partido Renovador de Salta. El resutado de la votación fue de 57 senadores a favor y 1 en contra.

A esto La Nación llama “polémico”. Toda decisión que no sea "unánime" es "discutida", pero no hace falta un doctorado en la Sorbona para entender que tuvo UN CONSENSO MUY AMPLIO del espectro político argentino.
Si bien "polémica" es “toda discusión en la que haya opiniones controvertidas”, la autotitulada “tribuna de doctrina” (para otros “tribuna de gorilas”) utiliza la palabra en forma engañosa, pues le da la otra acepción. Dada la contundencia del resultado, pienso que la usó como “Arte que enseña los ardides con que se debe ofender y defender cualquier plaza”.

Lea cuidadosamente y tomando sus recaudos todas las noticias que reciba de esos medios evidentemente tan poco ecuánimes. Valore por su propia cuenta lo que lea y, si puede, coteje diversos diarios y fuentes (verá similitudes que lo asombrarán).

Resumiendo: Che, La Nación…¡Andáaaaa! ¡No te hagás la b…!
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viernes, 20 de noviembre de 2009

Borges el memorioso

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Borges el memorioso

La influencia ejercida por la obra de ciertos autores en otros es una hermosa muestra de la persistencia de algunos temas en la literatura y de la admiración que su lectura produjo. Cuando creemos encontrar esas huellas en lo que leemos, el placer aumenta al duplicarse en el presente y en lo evocado.
Supongo que es inevitable, que a veces se filtra de manera inconciente y, muchas otras, porque el tema amerita una reescritura, otra versión o lo que sea el deseo del escritor. Para que el homenaje sea completo, nada más apropiado que dejar constancia, que citar al inspirador. El mismo J.L. Borges, justo es decirlo: el mejor crítico de su propia obra, ha dejado testimonio de esos influjos, a veces sugerida, a veces explícitamente.

Sobre su cuento “There are more things”, escribió en el epílogo de El libro de arena:
“…hasta que perpetré un cuento póstumo de Lovecraft, escritor que siempre he juzgado un parodista involuntario de Poe. Acabé por ceder; el lamentable fruto se titula “There are more things”.

En el prólogo de Artificios:
“En la fantasía cristológica titulada Tres versiones de Judas, creo percibir el remoto influjo del último (se refiere a León Bloy).”

En el prólogo de El informe de Brodie.
“Fuera del texto que da nombre a este libro y que manifiestamente procede del último viaje emprendido por Lemuel Gulliver, …” (se refiere a Viajes de G. de Jonathan Swift)


Por el contrario, no dice nada o da referencias equívocas sobre:
El milagro secreto, una recreación de El incidente del puente del Búho de Ambrose Bierce, o acerca de
El otro, con cierto parentesco con Dos imágenes en un estanque de Giovanni Papini.

Será quizá que, “…atesorar antiguos y ajenos pensamientos…es confesar nuestra languidez o nuestra barbarie”, o simplemente será “…el olvido, esa forma profunda del recuerdo”, para ponerlo en sus propias palabras.
Lo mejor será que cada lector los lea por su lado y saque sus conclusiones. En una de esas se llevan una agradable sorpresa.


El primer dibujo, una maravilla, es de Loredano da Silva, caricaturista brasileño que publica en El País de Madrid y en O Estado de Sao Paulo, entre otros.
La biblioteca es El Clementinum, mentada por Borges en El milagro secreto y la tomé del excelente blog del escritor peruano Gustavo Faverón http://www.puenteareo1.blogspot.com/ en su entrada del 13 de noviembre de 2009.
Desconozco al autor de la ilustración final, que tuvo el talento de relacionar El libro de arena, o La Biblioteca... o a Funes... con la internet.
Algunas de las cosas mencionadas las tomé de Abelardo Castillo, Osvaldo Gallone, Silvia Hopenhayn y Alejandro Toledo, los que no tienen responsabilidad alguna en los errores o desaciertos que hice con ellas.
Los cuentos se pueden leer en la página de Ciudad Seva.
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miércoles, 18 de noviembre de 2009

Roma no paga a traidores - Cervantes

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2 Miguel de Cervantes - Publicista Político - La Numancia

Al regreso de su duro cautiverio en Argel, Cervantes quiere participar en la consolidación de la grandeza de España y en la exaltación de los que considera los más altos valores de lo español: la defensa de la libertad, la dignidad contra la opresión y el arrojo en la adversidad. Corre el año 1583: la política expansionista de España necesita barcos y conquistadores, armas y victorias (Juan de Austria acaba de vencer en Lepanto) y una épica fundante y unificadora que aglutine en pos de una idea compartida de Nación. Esta es la parte que toma a su cargo cuando escribe La destrucción de Numancia, más conocida como La Numancia.

Con gran maestría y una imaginación más frondosa que la del propio Quijote, Don Miguel tomó un poco del hecho histórico del cerco de Numancia por los romanos, lo enriqueció con mitos y leyendas varios (como la inmolación de los judíos en el cerco de Masada de 66 D.C.) y lo adornó a su antojo, creando una versión que ha cumplido con creces el propósito de establecer un hito constituyente de España y de los altos valores de la hispanidad.

La Numancia cuenta la heroica resistencia de la ciudad al asedio romano, en la que todos sus habitantes deciden autoinmolarse en lugar de rendirse. El último en hacerlo es el joven Viriato, que se suicida tirándose desde lo alto de una torre, desoyendo el pedido de Escipión, que siente de ese modo desmerecida la gloria de los vencedores. La realidad histórica fue algo más prosaica que la poética versión cervantina.


Entre los personajes, aparecen Viriato -que había muerto 5 años antes-, Escipión y Quinto Fabio -que representan el poder- y Jugurta. Junto con estos, de carne y hueso, aparecen personajes alegóricos: el Duero, la Guerra, la Fama y…España.

El texto contiene apasionantes reflexiones sobre la libertad, sobre la lógica de opresores y oprimidos, sobre la apariencia de la victoria y la gloria frente a la nada y la muerte, sobre la gloria de algunos fracasos y las victorias de algunas derrotas. También, una exagerada exaltación de los “gloriosos españoles” y de los numantinos frente a los pragmáticos romanos y a los denostados árabes, a los que trata de “morisca canalla”.

La obra aportó al objetivo con amplitud: la unidad y consolidación de España se adelantó 300 años a las de Alemania e Italia, que trabajosamente la lograron en la segunda mitad del siglo XIX. La Numancia se ha erigido en un símbolo de la nación española y en un paradigma de sus virtudes. En este sentido, Cervantes no es menos grande como publicista que como escritor.
De vivir en el siglo XX le hubieran ofrecido ser guionista de Astérix.

Se dice que “Roma no paga a traidores” pertenece a La Numancia. Pero no es cierto: la frase no figura en parte alguna de la obra. En esto sí, el gran manco se ajustó a la verdad histórica.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Roma no paga a traidores - Viriato

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Roma no paga a traidores

1 Viriato

Roma y Cartago peleaban por la supremacía en el mediterráneo unos ciento cincuenta años antes de Cristo. El control de Hispania era uno de los objetivos de esa disputa -Portugal y España todavía no habían sido siquiera imaginados por persona alguna-, pero Viriato, el último caudillo lusitano, dominaba toda la península ibérica y oponía una gran resistencia a la expansión imperial. Durante varios años mantuvo en jaque a los romanos con tácticas de guerrilla y los derrotó en varias ocasiones, a pesar de lo cual, luego de vencer a Cartago, Roma acabó con él y la resistencia.

En Tríbola venció al romano Vetilio fingiéndose derrotado y huyendo, para luego rodearlo y arrasarlo. Tiempo después, Roma mandó a Quinto Fabio Máximo con 20.000 hombres que lo persiguieron y derrotaron en Bailén (el mismo lugar donde en 1808, combatieron los españoles contra los napoleónicos, con José de San Martín entre los combatientes) obligándolo a replegarse hacia la Sierra Morena. Consiguió rearmar sus fuerzas luego de refugiarse por un tiempo y volvió a las escaramuzas contra las legiones a cuyo mando estaba por entonces Serviliano.
La disputa con los romanos era en realidad para ver quién cobraba los tributos de lo que se producía en los valles del Guadiana, Guadalquivir, Ebro, etc.

Por un exceso de confianza o por un error de cálculo político, luego de una pequeña victoria en el año 139 a.d.C., decidió pactar una tregua con los romanos, enviando la propuesta a Serviliano por medio de tres lugartenientes: Ditalcón, Audax y Minuro.
Los enviados volvieron del campamento con cierta cantidad de oro y otras ideas. Murió asesinado a traición por sus propios subalternos y el camino de la victoria romana quedó despejado.
Los dominios se ampliaron con la asimilación de lusitanos y celtíberos que se replegaron hacia el norte, en la última etapa de la resistencia: el sitio de Numancia, que se rindió cinco años después de la muerte de Viriato.

La leyenda cuenta que, una vez que lo acuchillaron, volvieron al campamento romano a reclamar la paga y Serviliano los hizo matar después de decirles en la cara: “Roma no paga a traidores”. Es muy linda y romántica, pero apócrifa: los magnicidas cobraron por adelantado.


Con las gracias a Don Viriato González, de grúas La Camionera, que me hizo conocer al personaje en cuestión.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Lluvias e inundaciones

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Lluvias e inundaciones

En ocasión de la anterior inundación, había escuchado al Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Ing. Mauricio Macri, explicando por TV que la intensa lluvia caída había sido la causa de los anegamientos que sufrió la ciudad en varios lugares.
Ayer, viernes 13 de noviembre de 2009, escuché al Jefe de Gabinete de la ciudad de Buenos Aires, Sr. Rodríguez Larreta, dar explicaciones similares. Luego el conductor de turno, junto con su intensa preocupación hizo referencias a la coincidencia con fechas aciagas (lluvias en martes o viernes 13).
Me temo que por este camino van a tratar de solucionar estos problemas con ceremonias rituales, misas y exorcismos; o terminar quemando vírgenes o haciendo sacrificios y ritos paganos.

Otras civilizaciones han tratado de resolver estas cuestiones de modo diferente, incluso han desarrollado disciplinas como la Ingeniería Hidráulica, basadas no en la magia, sino en unos pocos conceptos básicos y que han dado lugar a obras de probada eficacia.
Se parte de la caracterización de las lluvias en cuestión, que está dada por dos medidas: la intensidad de la lluvia caída y la absorción del terreno (coeficiente de escorrentía en España, run-off en EEUU), que es nula para las grandes ciudades.
Ayer, 13 de Noviembre de 2009, llovió 57 mm a lo largo de una hora. Es una lluvia intensa, pero NO EXCEPCIONAL.
Un viejo reglamento de la ex OSN ya exigía considerar para Buenos Aires 60 mm/h durante dos horas, es decir una lluvia de 120 mm.
Los valores más exactos se pueden obtener de los registros del Servicio Meteorológico y entonces podemos agregar la “recurrencia”, es decir, los topes de diseño para cubrir fenómenos extremos, esos que se dan cada 20, 30 ó 50 años, según nuestros deseos y capacidad de afrontar los costos.
La ciudad de Valencia en España, por ejemplo, toma valores más finos y relaciona la intensidad con la duración de la lluvia. Considera “chubascos” de 150 mm/h durante períodos de 10 minutos, de 100 mm/h durante 30 minutos, de 75 mm/h en 60 minutos y de 70 mm/h durante 2 horas.

El último que hizo algo eficaz en dirección a la solución de la cuestión fue un Técnico o Ingeniero, creo que de apellido Fatala que, recuerdo, se metió en los entubamientos del Maldonado y del Medrano, y encontró obras mal hechas, botellas plásticas junto a basuras y ramas que obstruían su ajustada capacidad de drenaje. Se hizo el mantenimiento correspondiente y la ciudad tuvo 4 años sin inundaciones, incluso en la calle Blanco Encalada, siempre afectada por estos problemas.
Tampoco recuerdo de qué gobierno formaba parte, pero sería bueno que el actual repitiera la fórmula: limpiar, mientras llega alguien que pueda hacer algo menos vergonzante que las explicaciones de ayer, con miras a solucionar el problema.

lunes, 9 de noviembre de 2009

El hilo Sisal

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El hilo Sisal

En un extremo del ovillo de hilo sisal de mi memoria aparece la imagen seria de la Srta. Elisa Peralta, maestra de actividades prácticas en nuestra Escuela “25 de Mayo” de La Playosa. Bajo sus directivas, forrábamos manijas de bandejas y otras manualidades o hacíamos trenzas interminables, que luego arrolladas sobre si mismas se convertían en apoya fuentes, servilleteros u otras cosas imprescindibles para el hogar.
La otra punta de esa madeja la vine a encontrar, en forma totalmente casual, al tropezar con un cartel que decía: Sisal 22 Km y un desvío a la derecha en las cercanías de Mérida en la península de Yucatán.
Sisal; hoy un pequeño puerto de pescadores, de 1600 habitantes, con una linda playa y un pequeño faro, ha dado su nombre y hecho famoso en todo el mundo al hilo de henequén.

La historia de (y del) Sisal está llenas de nudos y enredos que enlazan a indios, conquistadores y piratas; se ramifican por la política, la arquitectura, la literatura; y por qué no, terminan en las bebidas espirituosas.
Antiguamente Sisal estuvo habitado por tribus mayas que navegaban en sus canoas, pescaban y comerciaban en las costas del Golfo de México allá por el año 1000 d.C.
Unos 50 años antes de la llegada de los españoles, era dominio de la familia Canul, liderada por el sacerdote y cacique Ah Kin Canul, propietario de 4 canoas que explotaba con sus esclavos (mayas también), según consta en el Códice de Calkiní, registro decodificado de una parte de la historia de los mayas. Otros hermanos de Kin Canul y miembros de su dinastía lideraban ciudades y territorios vecinos.

Pasado el primer período de la conquista los españoles se dieron cuenta que lo único que podían rapiñar allí era el trabajo esclavo de los indígenas y la fibra natural del henequén, que los mayas usaban en forma de hilos, cordones, mantas y tejidos.
El henequén viene del agave, una especie de cactus. En 1562, el alcalde mayor de Yucatán, Diego de Quijada, que había fijado su capital en Mérida, organiza la “exportación” de estos productos, para lo que comienza la construcción de un camino entre Sisal y Mérida y la conversión de la rada de Sisal en puerto.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII todos los puertos del Caribe sufrieron el ataque de bucaneros, corsarios y filibusteros ingleses, franceses y holandeses, por lo que los españoles tuvieron que compartir con otros piratas el producto de sus afanes.

A principios del siglo XIX comienza el definitivo auge y consolidación de esta industria, se empiezan a fabricar bolsas, arpillera, cabos y sogas. Hacia 1858 logran considerables mejoras tecnológicas en el raspado de las hojas y la obtención de las fibras, lo que hace que la zona se consolide como la principal exportadora mundial. Para 1870 llegaban a Sisal barcos de todo el mundo y se plantaban extensiones cada vez más grandes de agave. A esto se suma la mecanización de la agricultura en los EEUU, con el invento de la cosechadora movida a vapor, y la necesidad de bolsas e hilo para envasar las cosechas, que aumentó de golpe la demanda.
A finales del porfiriato (gobierno de Porfirio Díaz, pricipios del siglo XX) había casi un millar de haciendas henequeneras y se cultivaban 300.000 has de agave. La mano de obra eran indios mayas tratados como esclavos y la exportación la controlaban 2 familias. Para 1917 la producción tuvo su pico máximo y en Mérida se construían unos palacios imponentes que todavía hoy causan admiración.


Monocultivo y una burguesía dedicada al lujo y a los gastos fastuosos fueron una combinación fatal para cuando en 1918, a fines de la primera guerra, la demanda disminuyó. Por añadidura, sobre llovido mojado, el agave se comenzó a plantar e industrializar en otros lugares: Brasil, Madagascar, Filipinas y entre guerras comenzó el desarrollo de las fibras sintéticas, por lo que el henequén tuvo una lenta pero sostenida declinación que duró hasta 1990 en que México llegó a tener que importarlo.
Es justicia decir que la declinación de Sisal, fue independiente de la del henequén y se debió a que a finales del siglo XIX y por el continuo aumento de las exportaciones estas se canalizaron por el puerto de Progreso, más cercano a Mérida y con mejor infraestructura. El gobierno vendió hasta el edificio de la aduana de Sisal donde se ponía el famoso sello a los embarques, que terminó reemplazando al propio nombre de henequén por el otro, más fácil de pronunciar. Hoy Sisal trabaja con apoyo del Gobierno Federal en consolidar una pequeña industria pesquera y turística para sostén de su población.

El henequén está presente en la literatura centroamericana, en López Trujillo (Feria de Frutas), Octavio Paz (Entre la piedra y la flor), Miguel Ángel Asturias, Augusto Monterroso, Alejo Carpentier (El recurso del método y El reino de este mundo), Carlos Fuentes y muchos más. Por si no fuera suficiente con tantos literatos, un pariente del henequén tiene intenciones de perpetuarse entre nosotros, de modo que La Pulpera recomienda firmemente acogerlo con generosidad. Hemos dicho que el henequén es una variedad del agave, una planta xerófila a mitad de camino entre los cactus y el aloe vera. Con la misma, desde tiempos inmemoriales los mesoamericanos fabrican el Pulque (una especie de chicha), el Mezcal y el Tequila. Por supuesto que para cada aplicación hay una variedad de agave más apropiada o rendidora, pero les aseguro que después de varios traguitos, solo o en cócteles como el “Margarita”, lo que menos les va a interesar, es saber de qué especie está hecho.

¿De qué hablábamos?... Ah, del hilo…, disculpen, he perdido la ilación… ¡Hic!

sábado, 7 de noviembre de 2009

Física en serio y en broma -4-

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Física en serio y en broma 4

El Principio de conservación de la Energía
En una versión reducida, referido a la energía mecánica, puede expresarse así: en ausencia de cualquier fuerza exterior (frenos, rozamiento, etc.), la suma de las energías cinética y potencial de un sistema cerrado permanece constante.
Los dos guitarristas dando sus serenatas lo ejemplifican con claridad. Luego de alcanzar su altura máxima, el de la derecha cae y transfiere toda su energía al de la izquierda, quien luego cae a su vez, repitiendo el ciclo indefinidamente.
Durante el viaje de cada cantor hacia el balcón, la energía cinética –debida a la velocidad– se transforma en energía potencial –en altura–; lo contrario sucede en el descenso.
Como cada cantor transfiere todo su impulso al otro, también está representado el principio de conservación de la cantidad de movimiento.


¿Físicos o políticos conservadores?
La ciencia que llamamos Física estudia una parte de la Naturaleza de las cosas que nos rodean y formula modelos del comportamiento partiendo de observaciones o hipótesis y pensamientos. La prueba fundamental de la validez de esos modelos es la resolución de determinados problemas aplicados y el ajuste de esas soluciones a los resultados observados y medidos.
A lo largo de su desarrollo han ido quedando en el camino hipótesis y modelos que contradecían nuevas observaciones siendo reemplazados por otros tomados por válidos hasta que se demuestre lo contrario.
Pero los fundamentos de la ciencia física son profundamente filosóficos y antropomorfos (es decir a medida, forma y semejanza del hombre). Se trata de leyes, principios o postulados que son tomados como evidentes porque sí y no tienen demostración alguna; se sostienen en tanto el modelo que apuntalan funciona, y son dejados de lado cuando aparecen acontecimientos que no los cumplen.

Muchas de las columnas en las que se sostiene el edificio de la Física clásica tienen la forma de Ley de conservación de…
Veamos:
-Ley de conservación de la energía.
-Ley de conservación del impulso o cantidad de movimiento
-Ley de conservación del impulso angular
-Ley de conservación de las partículas pesadas
-Ley de conservación de la carga eléctrica

No sólo valen para la Física Clásica. Con variantes se extienden a la Relativista y a la Cuántica. Hasta 1956 aproximadamente, estaba vigente una ley de conservación de la simetría con dos principios básicos: la conservación de la paridad y la simetría de las antipartículas. Sintetizando, decía que todos los fenómenos físicos eran válidos en la realidad y en su imagen especular o que no se podía distinguir la izquierda de la derecha. Una serie de experimentos demostró su invalidez para algunas partículas atómicas y hubo que “derogarla”.

Algo similar sucede con otras ciencias: la Química, por ejemplo, que tiene su ley de conservación de la masa en las reacciones, y leyes de simetría (con moléculas en forma de rosca izquierda o derecha y compuestos sintetizados, como las proteínas “izquierdas” y “derechas”, versiones espejadas unas de las otras).

La “caída” de alguna ley fundamental nos hace mirar con cierto recelo las otras columnas y pensar que pueden estar equivocadas o tener una validez más municipal que universal. No es para ensañarse con los derrotados, pero las leyes de simetría, están tan confeccionadas a la medida del hombre que podríamos sospechar de antemano su endeblez. ¿Cómo se imaginan ustedes estas leyes si en lugar de ser formuladas por el hombre fueran formuladas por una araña de 8 patas? Casi con seguridad, en lugar de imaginar un mundo “mano izquierda” y otro “mano derecha” el modelo de la araña tendría ocho versiones distintas.

Hay otro par de asuntos que resultan llamativos: tantas leyes “fundamentales” de conservación parecen la extensión del sistema del pensamiento conservador de los políticos europeos (donde se desarrolló la Física); y el objetivo de explicar todos los fenómenos físicos con una teoría única, unificada y de un pequeño número de principios, huele a la extensión de un modelo que tiene su paralelo en la religión monoteísta, la monarquía, los imperios y toda forma de organización social piramidal.

Más allá de todas estas digresiones, nuestra comprensión de los fenómenos físicos y de las leyes de la naturaleza es un camino cada vez más iluminado por los titanes que a lo largo de los tiempos han ido construyendo y fortificando el formidable caudal de conocimientos que constituye la Física de nuestros días.


El autor del dibujo es O. Soglow, fue publicado por The New Yorker en 1959 y lo tomé de Física Fundamental de Jay Orear.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Frases de película -5-

Frases de película 5
Las dos primeras son fruto de la memoria de Rolando El Negro Gómez, de modo que, además de las frases, acá mismo van las gracias.



"Su valija, Señor". (Your bag, Senhor)
El negro José Dolores (Evaristo Márquez) le ofrece llevarle la valija al inglés Sir William Walker (Marlon Brando) cuando este llega al puerto de la isla de Queimada con el objeto de organizar una revuelta contra la corona portuguesa a favor de las compañías azucareras del imperio inglés en las Antillas.
Al final, luego de varios años y luego de que la revolución de José Dolores es exterminada por los mismos ingleses, Sir Walker se prepara para abandonar la isla. En el puerto escucha entonces exactamente la misma frase, pero es lo último que escucha en su vida...
Queimada, 1969, Gillo Pontecorvo.

"Monsieurs, dénnos sus bombarderos, y con gusto les daremos nuestros canastos".
Larbí Ben M'hidí, dirigente del FLN argelino, al responder en una conferencia de prensa en la prisión a una pregunta capciosa de un periodista francés sobre porqué el FLN era tan inmoral como para esconder bombas en canastos de mujeres argelinas. Ben M'hidí aparecería luego misteriosamente muerto en prisión.
La Batalla de Argel, 1965, Gillo Pontecorvo.



-Entonces... (So...)
-Señora Robinson, ¿está usted intentando seducirme... (Mrs. Robinson, you’re trying to seduce me)
-Ja, je, je, je...hmmnn...
-...verdad? (¿Aren’t you?)

Benjamin Braddock (Dustin Hoffman), recién graduado, resulta seducido por Mrs. Robinson (Anne Bancroft), la madre de la que después deviene su novia, que además está casada con el mejor amigo y socio de su padre. La película ganó el Oscar y junto con la música de Simon & Garfunkel es un hito del cine norteamericano.

Al principio tiene otra escena memorable cuando uno de los invitados a su fiesta de graduación lo alecciona acerca de hacia dónde debe enfocar su futuro y, como quién le pasa siglos de experiencia, con actitud de oráculo, le dice una sola palabra:
Invitado: -Ben...
Benjamin: -Yah...
Invitado: -Plastics.

El Graduado (The graduate), EEUU, 1967, 105 min., Mike Nichols.

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